y tú me lo preguntas


¿Que quién soy yo? Uff, no sé si podré explicártelo fácilmente...


En un lateral de la catedral de Bamberg, en Alemania, hay un pequeño relieve que representa a un hombre siendo devorado por los lobos. Según se cuenta, un invierno allá por el 1100 un joven campesino llamado Gustav y su esposa atravesaban el bosque en carreta cuando un grupo de lobos hambrientos comenzó a perseguirlos. A punto de ser alcanzados, Gustav se arrojó de la carreta para darle a su esposa la oportunidad de huir mientras los lobos se ensañaban con él.

En 1785, en uno de los primeros vuelos del globo de los Montgolfier sobre París como diversión para la aristocracia, embarcaron para celebrar su reciente boda el barón Raoúl de Sarlacc y su esposa Elénne. Cuando un desgarrón en la tela hizo evidente que el globo no podría descender controladamente sin una disminución importante de lastre, el barón saltó de la barquilla tras jurar amor eterno a Elénne.

En 1940, al comienzo de la ocupación de Cracovia por los nazis, un zapatero judío llamado Josef Spiegel llamó la atención de la patrulla encargada del registro de su barrio gritando e insultándolos directamente en alemán. Huyendo y ocultándose por el laberinto de callejuelas de la judería, los soldados tardaron un par de horas en capturarlo, y aún ocuparon algunas más en torturarlo hasta la muerte. Mäs tarde se supo que, con el desorden creado, su prometida Hannah pudo huir del cerco confundida entre los grupos de trabajadoras de las fábricas de las afueras.

¿Que quién soy yo...? Soy todos y cada uno de ellos, llevo la marca de cada hombre, a lo largo de los siglos. Porque aunque hoy en día baste con que te lleve los libros camino de casa, y ponga en la minicadena una canción lenta mientras estudiamos en mi habitación, quiero que sepas que, si fuera necesario...