el explorador


Aunque cuando le preguntaban respondía siempre con modestia que no era más que un explorador, él sabía que la transcendencia de su misión superaba todo lo imaginable. Por primera vez, en lo que se había convertido en el más importante acontecimiento a nivel mundial de la historia, el esfuerzo y trabajo de todas las razas había conseguido enviarlo hasta los más remotos y extraños confines del universo. Tan ensimismado estaba en la incomprensible belleza que le rodeaba, altos y finos árboles negros sobre un suelo ocre y árido, que no advirtió cómo una forma gigantesca se alzaba rápidamente sobre el horizonte, ocultando el cielo, y se cernía sobre él...


El excursionista apartó la hormiga de su brazo, después de aplastarla, sin ni siquiera mirarla.