in dreams ... (cuento de navidad)


Como cada mañana, la vio en el andén, a escasos metros de él. Como cada mañana, tenía las mejillas enrojecidas por el frío, y los ojos brillantes por el sueño que todavía no la había abandonado del todo. Durante los escasos minutos en los que compartían, sin saberlo ella, la espera por el tren, a veces sonreía, ensimismada en sus pensamientos, y el vaho que salía de sus labios encarnados dibujaba siluetas que a él le parecía ingenuamente que danzaban. Pero, también, como cada mañana, ella cogía el tren en otra dirección, y él se quedaba mirando amargamente al suelo. Si se atreviera a decirle algo, lo que sentía, cómo sus ojos le hacían parecer insignificante el amanecer que contemplaba melancólicamente minutos después por la ventanilla del vagón. Quizá... Dentro de unos días era Navidad... ¿Se atrevería...? Sí... Un regalo, con la excusa de las fechas... Algo que le hiciera ver lo que palpitaba en su interior, que consiguiera deslizarle dentro de los sueños de ella, igual que ella era la dueña de los suyos...


A la mañana siguiente, con el corazón retumbando en la garganta, tuvo el coraje suficiente, cuando ya llegaba su tren, de acercarse a ella. Con un hilo de voz, musitó unas palabras...

Ella se despertó con un grito, como desde hacía meses, con la misma imagen golpeando sus pesadillas. La escena repitiéndose idéntica como a cámara lenta, aquella voz tensa susurrándole por la espalda “esto es para ti”, y al volverse el rostro de aquel chico de aspecto tímido que algún día estaba cerca de ella en el andén, y cómo durante un instante la había mirado fijamente, sonriendo nervioso, y después se había lanzado, con paso decidido, hacia el tren que se acercaba pesadamente rompiendo la neblina como un gigante fantasmal.

“...siempre estaré en tus sueños”, había pensado él, sonriendo, mientras saltaba.