“y escribí la primera línea vaga”
Pablo Neruda
Pablo Neruda
Golpeteo de alas como losas absurdas.
En las ventanas abre su pecho. Levanta
los brazos como llamas cortantes. El cáliz
gira y chirría bajo la túnica. Bulle
con el mandato de cuchillos tensos
Erguidos en círculo
"Saciad la sangre del apóstol incrédulo"
Corren lobos fugaces hacia la selva brumosa
- Mientras, el anciano aún ríe
Se arranca los cabellos chorreantes -
Envuelven el cielo con miles de manos rígidas
Bandadas como precipicios hacia el sol extinto.
Gritan, gritan, se aferran a las ramas de la tormenta.
"Nunca más, nunca más..."
Y el aliento agitado... A la vez caen las olas chispeantes.
No se interesan en sueños. Sólo pretenden momentos.
Pero yo olvidé que el aliento del Dragón
se había posado en mis párpados
[purificando las llagas
antes de partir a que la lluvia absolviera mis pecados.
Imágenes en el reflejo de un espejo roto
Se agolpan. Los caminos se dispersan.
En las farolas sonrientes fantasmas ahorcados.
Océanos infinitos como mundos atrapados en una pupila.
Burbujas perfumadas como el trigo maduro
Fulguran
Estrellas de carne insomne.
Y el ruido... ¡Dios mío, el ruido!
Enterrando legiones de pergaminos ciegos
Venera a la noche demente
Así, mi alma...